Situada en el medio del mar de Arousa, es —con sus 7 km de largo por 2,5 de ancho y 36 de costa— la mayor de las islas de la ría. Su litoral es rocoso y bajo, dibujado con pequeñas calas y playas resguardadas, perfectas para el baño, sobre todo con la marea alta. Enlaza con el continente por medio de un largo puente de casi dos kilómetros, inaugurado en 1985. Hasta esa fecha, el paso a la Illa se hacía en barcas que partían del puerto de Vilanova de Arousa. Esta circunstancia de aislamiento secular ha permitido conservar aquí una naturaleza única.
Es el caso del parque natural de Carreirón, en el extremo sur, una península unida a la Illa por el túmulo de As Salinas. Está catalogado como zona de especial protección para las aves por las poblaciones de garza real, entre otras. La vegetación dunar y los bosques de pinos se dan la mano creando un paisaje realmente valioso.
A Illa de Arousa presume, además, de preparar uno de los mejores pulpos á feira de Galicia. Sus habitantes llevan siglos pescando este cefalópodo. La Festa do Mexillón se celebra el primer domingo de agosto, y la Festa do Polbo, el primer domingo de septiembre.
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